Siempre hay buena gente por el mundo.

En los últimos años, vivimos en una sociedad en la que solo se nos suele mostrar lo malo, lo que nos hace daño o lo que hace que esa propia sociedad sea peor.
Pero lo que nosotros, como propia sociedad no nos damos cuenta del daño que nos hacemos a nosotros mismos mostrando siempre lo malo que nos rodea.

El caso más significativo y que cualquiera reconocerá es lo poco que nos cuesta criticar a alguien, sacar sus defectos sin conocerle en realidad, solo por lo que vemos desde fuera, sin conocer su historia.

Y así nos ocurre con todo, pero llevado más a un extremo.

Ponernos las noticias y lo único que aparecen son novedades tristes y que, al final, nos deprimen.

Rara vez aparecen noticias que nos alegren el día, tales como algún avance en investigación (que estoy segura que los hay), etc.

El problema es que la gente mala hace más “ruido”, por así decirlo, que la buena gente, que os aseguro que somos muchos más. Pero la buena gente suele pasar desapercibida, y en cambio la mala gente no, se hacen ver más y por eso mismo da la sensación que abundan más, pero no.

Sigue habiendo gente que cede el asiento a los mayores en el bus, que te guarda la cartera si se te ha perdido y espera a que vuelvas a por ella, que dice buenos días y es educado, que hace donaciones y voluntariados a muchas oenegés...

Por eso mismo, debemos apreciar a esa gente buena que queda en este mundo, ya que os aseguro que hay muchísimos, además de que deben ( debemos, me incluyo) hacernos oír más, para que no se dé a entender que la gente mala abunda más que la buena gente, ya que os afirmo rotundamente que no es así.

Gracias por leerme. Siempre.
Ainoa.