Mucho que aprender de nuestros mayores.

Queridos lectores,

Como llevo haciendo desde que empecé con este (mi) blog, escribo en él cada día lo que me apetece, lo que observo, pienso, reflexiono...
Y esta vez, como ya es costumbre, no va a ser menos.

Cada día es más frecuente encontrarnos con noticias de maltrato a ancianos, tanto por parte de su familia, como por parte de la residencia en la que se encuentran, o por parte de los cuidadores que contratan sus familiares para que de ellos se hagan cargo.

Hace no mucho escribí un post en el que relataba algo que cada día veía, aquella mujer que cuidaba a un señor mayor y lo dejaba “aparcado”, como si fuera un objeto, en la esquina de un banquito y ella se encontraba en la otra esquina con el móvil e ignorándolo como si la cosa no fuera a ir con ella.

Como ya dije en su momento, me parece una situación insólita, que no se debería de permitir. Y me reafirmo en ello.

Creo que las personas mayores son de las que más tenemos que aprender en este mundo. Son las que más han vivido, y por tanto, las que más experiencia tienen.
Nos pueden dar consejo absolutamente de todo lo que le pidamos, porque claro, han vivido tantísimas cosas.
Y algunas de esas personas necesitan tanto ser escuchadas, porque tienen tanto que contar, tanto que por una razón o por otra, en alguna época de su vida no han podido ser libres de expresar lo que pensaban.

De verdad os digo, las personas mayores tienen mundos dentro maravillosos, que aún los de algunos siguen esperando a ser contados.

Porque pienso que si la risa es bonita en todos sus aspectos, al igual que la de un bebé es preciosa, la risa de una persona mayor también lo es.

Gracias por leerme. Siempre.

Ainoa.