"Sevilla tiene un color especial"
Antes de comenzar este post, me gustaría mostrar todo mi apoyo y respeto a las víctimas del atentado ocurrido la pasada semana en Barcelona.
El pasado mes de mayo, conocí dos ciudades que me fascinaron, que me hicieron sentir algo difícil de explicar. Esas dos ciudades son Córdoba y Sevilla.
Nuestro viaje comenzó en Córdoba, donde pasamos la tarde conociendo su historia a través de sus monumentos: la Mezquita, los Alcázares, el puente romano...
Después de conocer algunos de los lugares más emblemáticos de Córdoba, pusimos rumbo a Sevilla (la cual está más o menos 1 hora) para pasar los dos días siguientes en esa ciudad que tantos secretos esconde.
Nos alojamos en el hotel Vértice (que se encuentra a 20 minutos en coche del centro) en el que el trato fue excelente y reservamos nuestra habitación a un precio bastante asequible.
La única pega es que el restaurante/cafetería del hotel es bastante caro, pero justo al lado se encuentra una plaza donde hay una cafetería bastante económica y en la que hacen unos desayunos muy variados y buenísimos.
Comenzamos nuestro recorrido visitando la Giralda y la Catedral, pero no pudimos entrar a verlas ya que la Catedral estaba en obras y en la Giralda sólo se permitía su visita para grupos. Aún así fue maravilloso divisarlas de tan cerca.
Justo enfrente de la Giralda hay aparcadas muchas calesas, las cuales se pueden contratar, en nuestro caso por 50e, y te hacen un recorrido de 1 hora por los lugares más emblemáticos de la ciudad: la Torre del Oro, el Puente de Triana, los pabellones de la Expo del 29, el Parque de María Luisa, la Plaza de España...
Por este último tramo, el cochero permitió que uno de nosotros se sentase junto a él en la parte delantera para disfrutar de la mejor manera posible de la maravillosa Plaza de España. La "elegida" fui yo. Fue algo que me fascinó, la verdad, ya que soy una gran amante de los caballos y, además, de esa ciudad.
Después, visitamos la Torre del Oro. La entrada para los niños es gratuita y para los adultos cuesta unos 3e. En la parte de bajo, podemos visitar una pequeña exposición que contiene diversas maquetas de barcos y paneles explicativos que relatan la historia de la Torre. Posteriormente, se puede visitar la parte de arriba, a la que se puede acceder a través de unas escaleras de piedra. Desde arriba se pueden divisar unas vistas espectaculares del Guadalquivir, de Triana, de la Giralda, la Catedral...
Ese mismo día, comimos en el barrio de Triana, en una taberna típica de la ciudad, en la que comimos "pescaíto frito", jamón, queso, pulpo a la gallega, gamba de Huelva...¡todo estaba buenísimo!
Esa tarde, subimos al bus turístico (el de color rojo, ya que hay varias compañías), que tiene un precio de 16e, 8e los niños hasta 12 años. La entrada para el bus es válida durante 24h, ya que puedes bajar en una parada para visitar cualquier monumento y volver a subir cuando vuelva a pasar otro bus.
Mi recomendación es que os untéis bien de protector solar, ya que lo más probable es que os queméis sino lo hacéis.
Este bus te hace un recorrido por absolutamente toda la ciudad, incluidos los pabellones de la Expo del 92. Por último, acaba el recorrido en la parada de la Torre del Oro.
Comprando la entrada para montar en el bus, tenéis un descuento al comprar la entrada para un paseo en barco por el Guadalquivir. Y eso fue lo que hicimos. Nada más bajar del bus, nos dirigimos a montar en barco, que justo salía en ese momento.
¡Fue un paseo de lo más agradable y especial!
Posteriormente, fuimos a merendar al Hard Rock Café Sevilla, que se encuentra situado en la calle San Fernando nº3, a 3 minutos andando desde la Torre del Oro.
Después, decidimos perdernos por las calles de Triana, que tantas maravillas esconden.
Esa noche, cenamos justo a espaldas de la Torre del Oro, en una pequeña taberna, de la que cabe resaltar lo bien que cenamos.
Esperamos a que recogiesen todo lo del desfile y por fin, pudimos pasar a ver la zona donde está representada Valencia. Me maravilló ver cada una de las provincias de España representadas, todas juntas.
Aquí, en la Plaza de España, se encuentra un museo militar, en el que la entrada es gratuita.
Por último, volvimos a comer al mismo lugar en el que cenamos la noche anterior, pero estaba lleno. Así que tuvimos que comer en el restaurante de al lado, en el que también se come muy bien.
Para concluir, puntuaré este viaje con un pedazo de 10, ya que ha sido uno de los viajes más maravillosos que he hecho y he descubierto dos ciudades de las que me fui encandilada.
Leyendo este post me entran ganas de volver a Sevilla , y ya sabes lo que me gusta el "ganado" que hay por allí, aunque reconozco que es una ciudad muy bonita. En cuanto a Córdoba, también iremos un día de estos.
ResponderEliminarSigue así, recomendándonos lugares donde ir.
Me encanta el Sur y estas dos ciudades son una maravilla, a Sevilla volveré en dos semanitas y como dice la canción...El corazón que a Triana va nunca volverá, Sevillaaaa.
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